7 Enero, 2013 – 22:56
Credito: Roberto Morales / El Economista
Foto Archivo: EE
A partir del 1 de enero del 2013, México está obligado a no prohibir ni restringir la importación de autos usados provenientes de Estados Unidos y Canadá cuyo año modelo sea de seis o más años de antigüedad, de conformidad con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Hasta el 31 de diciembre pasado, esa misma regla aplicó para vehículos cuyo año modelo era de ocho o más años. Fuera de esta excepción, las aduanas de México imponen un arancel de 50% para quienes importen vehículos usados, muy por arriba de la tasa de 10% que deben pagar las unidades que entran dentro de la cláusula del TLCAN.
La nueva medida ocurre cuando de octubre del 2005 a octubre del 2012, último dato disponible, en México se importaron 6 millones 532,000 autos usados, una cantidad que equivale casi a la totalidad (95.1%) de unidades nuevas colocadas en el país durante el mismo periodo.
En el TLCAN, México se comprometió a no prohibir o restringir la importación de vehículos originarios de Estados Unidos o Canadá a partir del 2009 con por lo menos 10 años de antigüedad y, a partir del 2011, con por lo menos ocho años.
Los exportadores estadounidenses y canadienses mantendrán ese mismo derecho pero reduciendo la antigüedad, de los vehículos usados dos años sucesivamente, de modo que en el 2013 corresponde a vehículos con por lo menos seis años de antigüedad y en el 2019 cualquier vehículo automotor usado podrán venderlo en el mercado mexicano.
BAJA INTERANUAL
No obstante las cifras gruesas, la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) informó que se registró una baja interanual de 31.8% en la importación de autos usados de enero a octubre del 2012, cuando acumularon 352,000 unidades, motivada en gran medida por un decreto que restringe la internación de autos más contaminantes e inseguros.
Este decreto, que vence el 31 de enero del 2013, será renovado para impedir nuevos amparos, que a su vez facilitaban la importación, según informó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
“Desde que llegue el auto a la aduana, debería existir un patio de revisión de todas las normas para que el automóvil, en el momento que entre, ya venga con normas ambientales y físico-mecánicas y que esté registrado y tenga placas”, aseguró Guillermo Prieto, presidente de la AMDA.